En ciertos momentos de la vida, cuando uno se pone a administrar su existencia y hace un balance de sus logros y fracasos; sería bueno reflexionar sobre este profundo mensaje que me enviaron por e-mail. Se destaca del resto de esos e-mail que nos envía a diario. Este mensaje tiene una estructura sencilla; es escueto; básico; pero su contenido te sumerge en una autocritica de tu vida laboral, que te hace pensar y decidir. Esos son los mensajes buenos; los que poseen la 3ra ley Newtoniana, te hace reaccionar ante la acción de aquellas palabras. Anduve buscado su autor pero hasta ahora es anónimo. .
“Unos obreros estaban picando piedra frente a un enorme edificio en construcción.
Se acercó un visitante a uno de los obreros y le preguntó:
- ¿Qué están haciendo ustedes aquí?
El obrero lo miró con dureza y le respondió:
- ¿Acaso usted está ciego para no ver lo que hacemos?
Aquí, picando piedras como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor reconocimiento.
Vea usted ese mismo cartel. Allá ponen los nombres de ingenieros, arquitectos, pero no ponen los nuestros que somos los que trabajamos duro y dejamos en la obra el pellejo.
El visitante se acercó entonces a otro obrero y le hizo la misma pregunta...
- ¿Qué están haciendo ustedes aquí?
- Aquí, como usted bien puede ver, picando piedra para levantar este enorme edificio. El trabajo es duro y está mal pagado, pero los tiempos son difíciles, no hay mucho trabajo y algo hay que hacer para llevar la comida a los hijos y pagar las cuentas.
Entonces el visitante se acercó a un tercer obrero y una vez más le preguntó lo que estaba haciendo. El hombre le contestó con gran entusiasmo:
- Estamos levantando un Hospital, el más hermoso del mundo. Las generaciones futuras lo admirarán impresionados y escucharán el entrar y salir constante de las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para los hombres; salvando vidas preciosas como la suya…
- Tal vez yo no lo veré terminar, pero quiero ser parte de esta extraordinaria aventura.”
Reflexionemos…
El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento; una misma realidad. Tres maneras distintas de vivirla: como un esclavo; como un resignado ó con la pasión de la aventura y el desafío del logro.
Piensa que el mundo es un infierno y lo será. Piensa que este mundo es parte del paraíso y lo será. Vivir con ilusión, convertir el trabajo en una fiesta, sentirnos parte de las buenas obras... ¿En dónde te sitúas tú? ¡De ti depende!
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